- 17-Ago-2023
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Dr. Eugenio Semino - Defensor de la Tercera Edad - Pte. de la Sociedad de Gerontología y Geriatría (SIGG)
Hace una semana el Ministro de Economía anunció los aumentos a jubilados correspondientes para el próximo trimestre. Con motivo del anuncio publicamos en este mismo sitio un artículo titulado “Aumento a las jubilaciones: vivir con 190 dólares por mes”. Considerábamos allí que era irrisorio pretender que se podía vivir con una jubilación mínima.
Lo que no sabíamos era que ese mismo ministro, y a la sazón candidato a presidente, se disponía a devaluar cuatro días después del anuncio. Por lo cual, lo que anunciábamos como algo escandaloso hace una semana, se volvió ahora directamente grotesco.
De los 190 dólares por mes que recibirían los jubilados de la mínima a partir de septiembre, pasaríamos a 150 dólares, si hacemos la conversión al dólar Blue en el momento en que se escribe esta nota. Hay que destacar que esa suma sería con el bono incluido, el cual haría ascender la mínima a $114.460. Y hay que tener en cuenta también que estamos hablando de una suma que empezarían a cobrar a partir de septiembre y que quedaría fija hasta noviembre.
Recapitulemos entonces. Dos días antes de las elecciones el candidato a presidente, y a la sazón ministro de economía, anuncia un aumento con el cual los jubilados le ganarían a la inflación. Y un día después de las elecciones, ese mismo ministro-candidato, con la misma cara, devalúa en un 23%, haciendo que la inflación se dispare y que, por lo tanto, el aumento quede muy por debajo de lo que él mismo había anunciado.
¡Y todo esto sin dejar de hacer campaña para ser electo presidente!
Dada la complejidad que requiere la realización de una devaluación, no es verosímil suponer que el ministro no supiera que la misma tendría lugar después de las elecciones. Una devaluación no se decide de un día para el otro. Ël sabía que iba a devaluar mientras realizaba el anuncio del aumento a las jubilaciones.
Si un novelista creara el personaje de un político perverso no necesitaría agregar nada más. Parece ficción. Pero es la realidad que estamos viviendo.
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